¿Ya firmaste? Ahora es momento de crear
nuestra propia alternativa
“Hay que atender no sólo a lo que cada cual dice,
sino a lo que siente y al motivo porque lo siente.
Ciceron
En esta ocasión unamos dos conceptos platicados en las reflexiones disruptivas pasadas: el sentido de pertenencia y el privilegiar las emociones por sobre las razones. En el México tan caótico en el que vivimos, los cuatroteístas tienen un sentido de pertenencia a su movimiento muy arraigado y profundo. ¿Por qué? Porque está basado en emociones. No importa que me digan que éste sexenio (que todavía no termina) es el más sangriento en la historia de México. Que murieron cerca de un millón de mexicanos por el pésimo manejo de la pandemia. Que en los hospitales no hay medicinas y que mueren miles de personas, como los niños con cáncer, o que tu única posibilidad de sobrevivir es que tú consigas tus medicamentos por fuera, a un costo muy elevado. Eso se queda en un segundo plano, porque pertenezco al lado correcto de la historia, soy parte del pueblo bueno y sabio que estábamos olvidados; que tengo a un presidente que se preocupa por mi dándome dinero cada bimestre, que tiene muy buenas intenciones en su manera de gobernar pero que no lo dejan hacer su trabajo. Sentido de pertenencia y emociones.
Hoy, con el proceso de creación del Frente Amplio por México, tenemos la oportunidad de crear una narrativa propia, de sentirnos parte de un movimiento que también quiere lo mejor para nosotros y para México, pero de una forma muy distinta. Que va mas allá de ser, a fuerzas, militante de tal o cual partido, ya que puedo pertenecer a él siendo un ciudadano responsable desde la sociedad civil. Es el momento ideal para ir construyendo una narrativa que nos de identidad, que nos de futuro, que nos diga cómo podemos construir un mejor país, no solo para unos cuantos sino para todos. Sin odio y sin polarizaciones. Contamos con una gran ventaja: los datos duros en un sin número de temas nos dan la razón de que las cosas no van por el camino correcto. Pero ya vimos que las razones no son suficientes, tenemos que transformarlas en emociones. Por ejemplo, ¿de qué me sirve que el presidente me dé dinero cada bimestre si ese dinero me lo tengo que gastar en medicinas? ¿De qué me sirve que me digan que el sistema de salud pronto se parecerá al de Dinamarca, si día con día constato que para un tratamiento u operación tengo que esperar meses y que los centros de salud están saturados con pésimos servicios?
Sin lugar a duda hay mucho material para ir construyendo nuestra propia narrativa que nos dé identidad, que nos dé futuro, del que nos sintamos orgullosos de pertenecer y defender. Que nos dé argumentos sólidos que, traducidos en emociones, nos permita ir poco a poco erosionando la credibilidad en el cuatroteísmo e ir poco a poco convenciendo a quienes votaron por ellos y hoy están desencantados. Pero para lograr todo ello, primero necesitamos construirlo, construirlo entre todos, aportar mi grano de arena para sentirme parte de una alternativa que a mí me emocione, porque yo contribuí a desarrollarla. Involucrarme más, conocer más, prepararme más, proponer, debatir, participar. Que no me importe que las cúpulas partidistas ni sepan que existo. Si hago bien mi trabajo, si hago ruido en el buen sentido del término, algún día me voltearan a ver. Tengo un mundo de influencia propia sin necesidad de permisos de nadie. Mi familia, mis vecinos, mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis círculos en redes sociales. Tanta sociedad como sea posible y tanto gobierno (o partido) como sea necesario. Trabajemos de abajo hacia arriba. Escojamos temas que nos duelen a todos. Busquemos datos duros que nos den posibilidades de contrarrestar argumentos, démosle el cariz emocional para que tenga efecto. Contemos experiencias propias o de personas muy cercanas.
Dice un proverbio chino “Ojalá te toque vivir tiempos interesantes”. Qué mejor momento en el que yo puedo hacer parte de la diferencia de un México caótico a un México ganador. No será nada fácil y sí muy retador, y posiblemente muy, pero muy ingrato. ¿Estamos listos, comprometidos y emocionados para entrarle? ¡Pues a darle! ¡Fírmale al Frente Amplio por México!