¿Ya ampliamos las redes pro Xóchitl?

No ha sido suficiente. ¡Vamos!

“Mi mente se subleva ante el estancamiento.

Proporcióneme usted problemas, proporcióneme trabajo…

y entonces me encontraré en mi ambiente.”

Arthur Conan Doyle

      Seguramente habremos visto en redes sociales y medios de comunicación un sinfín de encuestas de todo tipo que ponen a la candidata oficial muy por arriba de Xóchitl y otras en la que nuestra precandidata ya está a muy pocos puntos de alcanzarla. En una entrevista con Carlos Loret de Mola, Xóchitl Gálvez reconoció que a poco más de 5 meses para las elecciones presidenciales ella va abajo en las encuestas por alrededor de 14 a 16 puntos. ¿Es un signo de debilidad? ¿Es una confesión de que este arroz ya se coció? No. Simplemente es un dato duro, frío, que hay que conocer, primero, para partir de una realidad inútil de ocultar y, segundo, para tomar las decisiones correctas sobre la estrategia a seguir de aquí en adelante. Y otro dato que nos debe llamar la atención es que desde hace rato esos números no se mueven, a pesar de las acciones y mensajes emitidos.

 

      Un punto crucial entre ambas candidatas es el grado de conocimiento que los ciudadanos tienen de ellas: la oficial es ampliamente conocida, mientras que Xóchitl no la conocen por ahí del 50 por ciento de los futuros votantes. Independientemente de las estrategias que estén elaborando los partidos políticos, es tarea primordial de la sociedad civil ampliar ese reconocimiento a fin de acortar la distancia actual.  Creo sinceramente que uno de los problemas al que nos estamos enfrentando es que el crecimiento y expansión de mensajes en redes sociales, chats y demás medios se ha estancado.  Ahora lo que hacemos es reciclar los mismos mensajes a las mismas personas de las que tenemos sus datos. Por ejemplo, en algunos de los chats en los que estoy integrado es recurrente la molestia de los participantes de que un mismo mensaje lo repiten cinco, diez veces. Esto es fiel reflejo de dos cosas: muchísimas personas solo reenvían mensajes sin tomarse la molestia de ver si ya fue enviado por alguien más, y dos, con reenviar los mensajes a los mismos de siempre, creemos que ya cumplimos con nuestra tarea y ya podemos estar tranquilos.

 

      Tomando en cuenta la época navideña, donde la actividad política bajará de intensidad, sería bueno hacer un alto en el camino nosotros también para reflexionar sobre cómo hemos actuado para ampliar el conocimiento de Xóchitl y qué hemos dejado de hacer. ¿Realmente hemos promovido nuevos grupos, nuevos contactos, nuevos chats para ampliar nuestros alcances? Si no le entramos a las redes sociales, ¿qué es lo que estamos haciendo para que la gente a la que tenemos al alcance sepa de ella? ¿Qué otras acciones podemos tener la iniciativa de crear para lograr nuestro objetivo? Recordemos una y otra vez que para lograr resultados diferentes tenemos que pensar y hacer cosas diferentes. ¿Lo estamos haciendo? O solo nos conformamos con lo hecho hasta hoy. Pues ya hemos visto que no es suficiente.  

Tenemos que sacudirnos, salir de nuestra zona de confort. Por supuesto que me incluyo a mi mismo. Estoy absolutamente seguro de que no hemos hecho lo suficiente. Podemos hacer mucho más. Pero primero tenemos que reconocer nuestro estancamiento. Recordemos, estamos ante una elección de Estado. Tenemos todo el aparato gubernamental en contra. La única probabilidad de lograr el triunfo es ser muchísimos más los que queremos un cambio de rumbo a los que quieren la continuidad de la mediocridad, la corrupción y la ineptitud. Nuestra victoria sí es posible. Tenemos que creérnosla. Que esto nos motive a buscar nuevos caminos, nuevas estrategias, nuevas acciones. ¡Ánimo! Que esto se va a poner muy interesante. ¡A darle!