Voto masivo mata "Golpe de Estado técnico"

“Siempre parece imposible hasta que se hace”.

Nelson Mandela.

      No hay duda de que cada día se demuestra que es muy probable que la coalición Fuerza y Corazón por México pueda ganar las elecciones y que Xóchitl Gálvez sea la primera presidenta de nuestro país. Solo hay que ver el miedo que le tiene el habitante de Palacio Nacional, que desde ahora se quiere curar en salud hablando de la posibilidad de un “golpe de Estado técnico”, donde supuestamente la oposición y el poder judicial harán lo posible para enrarecer el ambiente electoral e invalidar los resultados de las próximas elecciones. El pato tirándole a las escopetas. Y, como ya lo dijo el presidente, la candidata oficial repite esta absurda teoría como repite todo lo que su mesías le indica. El león cree que todos son de su condición.

 

      Es por ello por lo que diversos analistas plantean cuatro posibles escenarios en relación con los resultados de las elecciones del 2 de junio. El primero, el peor escenario para México es que gane el oficialismo por un amplio margen y no haya posibilidad de maniobra para impugnar o elementos para revertir dicha ventaja. Que, a pesar de todo el entusiasmo y esperanza que haya generado Xóchitl, no fue posible lograr su triunfo. El segundo, es que la cuatrot gane por un escaso margen, mostrando a un país profundamente dividido y con posibilidades de revertir el triunfo en base a movilizaciones, marchas, recursos legales y protestas ciudadanas. Pero al final, los morenistas continúan en el poder.

 

      El tercer escenario es en el que la oposición gane por un estrecho margen y el oficialismo haga todo lo posible por revertir el resultado o, incluso, anular las elecciones con la intención de que amlo siga mandando. Finalmente, el cuarto escenario se describe como uno en el que la oposición gana por un amplio margen y por mucho que los morenistas pataleen, se enojen, marchen, protesten, la ciudadanía se imponga con tal fuerza que no haya ninguna posibilidad de revertir el resultado y mucho menos de anular las elecciones.

 

      Lo verdaderamente interesante de estos posibles escenarios, ligados a la teoría del “golpe de Estado técnico”, es que amlo esta descartando el primero, donde su movimiento gana sin mayor problema con un amplio margen. Ojo. Ya le cayó el veinte de que la elección será tan cerrada que tiene que inventar su clásico “compló” para, una vez más, no reconocer su derrota. Por ello, le están apostando a los escenarios dos y tres, en donde podrían tener un margen de maniobra para enturbiar el ambiente y echarle la culpa a la oposición por el enrarecimiento del proceso que ellos están dispuestos a llevar a cabo. A río revuelto, ganancia de pescadores.

 

      Por todo ello, la única forma de evitar un escenario postelectoral favorable al oficialismo es que trabajemos por lograr el cuarto escenario. Que la votación sea masiva, lograr el 63% o más de participación ciudadana. Que el presidente, su corcholata y todos sus seguidores vean la contundencia del resultado en su contra que no exista posibilidad de revertir el triunfo de Xóchitl y de las y los candidatos de la coalición “Fuerza y Corazón por México”. Que la ciudadanía salga a votar sin miedo por un cambio de rumbo del país, con el suficiente poderío que inhiba cualquier truco o artimaña que pudieran pensar aquellos procuatroteístas incrustados en el INE o en el Tribunal Electoral. Solo así podríamos hacer realidad el cuarto escenario.

 

      No bajemos la guardia, no hagamos caso a encuestas, ni a favor ni en contra, todavía nos falta mucho trabajo por hacer. Siguen muchos millones de mexicanos sin saber quién es Xóchitl y por lo tanto sin la intención de votar por ella. Nos queda poco tiempo. Salgamos a convencer al ciudadano apático, al abstencionista, al decepcionado, al que no le interesa la política. Con argumentos, con paciencia, con esperanza, a fin de conmover corazones para lograr nuestro objetivo. Que por nosotros no quede. ¡Änimo!