¿Vigilar la Doctrina o acceder al Poder?

 

“No estoy interesado en el poder por el bien del poder,

pero estoy interesado en el poder que es moral,

que es correcto y que es bueno.”

Martin Luther King Jr.

 

 

Reflexión disruptiva: Las ideas no bastan. No pueden ser las únicas armas con las que contemos. Necesitamos poder para hacer realidad dichas ideas.

De las múltiples definiciones de Poder tomamos la siguiente de Edgar Bodenheimer: “El poder es la capacidad de un individuo o grupo de llevar a la práctica su voluntad, incluso a pesar de la resistencia de otros individuos o grupos.”

 

Cuando nace Acción Nacional en 1939, en los Estatutos de “la asociación civil y el partido político” no se menciona que entre sus fines u objetivos esté claramente expreso el acceso democrático al poder. Los Fundadores tenían la firme convicción de que la tarea primigenia antes de cualquier acceso al poder era la creación de ciudadanía, establecida en el inciso a) del Artículo Segundo: "La actividad cívica organizada y permanente". Fue hasta muchos años después, ¡en 1971! cuando se incluyó en el Artículo 1º. dicho fin.

 

En cambio, los fines doctrinales estuvieron presentes siempre, establecidos en el mismo Artículo Segundo: inciso "b) …lograr la realización de los siguientes principios fundamentales: 1. El reconocimiento de la preeminencia del interés nacional sobre los intereses parciales… 2. El reconocimiento de la eminente dignidad de la persona humana… 3. La subordinación de toda actividad individual, social o del Estado a la realización del bien común…"

 

Hoy, en pleno siglo XXI, no es concebible pensar en un partido político que no pretenda acceder democráticamente al poder. Sin embargo, considero que este desencuentro originario entre poder y doctrina nos ha cobrado factura a través de los años. Para ilustrar este conflicto, déjenme establecer cuatro escenarios entre estos dos ejes rectores:

 

  1. Poder sin doctrina. - El claro ejemplo de esta relación es el nacimiento del PNR-PRM-PRI como partido oficial creado desde el poder sin necesidad de un sustento doctrinal. Una de las razones contra las que nace Acción Nacional.

 

  1. Poder con doctrina. Aquí lo que importa es llegar al poder por cualquier medio y luego, buscar purificar dicho acceso haciendo como que nos importa la doctrina. Tengo la impresión de que este ha sido el camino que hemos seguido en muchas ocasiones y que, por ello, los ciudadanos se han alejado de nosotros. Nos han llamado una calca del PRI, pero cínicos. Al PRI ya se le conocía por corrupto y su búsqueda el poder por el poder mismo. Pero el PAN siempre nos consideramos diferentes porque anteponíamos la doctrina… hasta que llegamos a las arcas abiertas y el justo pecó.

 

  1. Doctrina sin poder. – La Historia del PAN durante décadas. Una brega de eternidad donde lo importante era difundir y defender los principios doctrinales ante el poderoso partido hegemónico. Crear conciencia ciudadana que fuera creciendo lenta pero perseverantemente hasta lograr conquistar el poder. Tardamos 50 años en lograr el reconocimiento de la primera gubernatura y 61 para conquistar la Presidencia de la República.

 

  1. Doctrina con poder. – Creo sinceramente que los primeros triunfos municipales, las primeras gubernaturas y ganar la Presidencia de México se lograron gracias a esta relación entre doctrina y poder. Fue así como los ciudadanos nos conocieron, confiaron en nosotros y nos dieron su voto. Sin embargo, este camino lo fuimos extraviando hasta llegar a la situación en la que el Partido Acción Nacional se encuentra hoy. ¿Qué hacer? Eso lo veremos en la próxima Reflexión Disruptiva.