Urge salir de la Irrelevancia
“Irrelevante: Que carece de relevancia o importancia,
Insignificante, intrascendente, banal, trivial”
Real Academia Española
El 10 de noviembre próximo pasado los panistas elegimos a nuestro Presidente Nacional y a su equipo de trabajo. El 19 del mismo mes se instaló el nuevo Comité Ejecutivo Nacional. Jorge Romero empezó presentándose con un video contestando a tres mañaneras en las que la Presidenta de la República lo había mencionado. Posteriormente encabezó una manifestación en defensa de los organismos autónomos y otras declaraciones en contra del aborto. No he sabido más. Si uno busca información, encuentra que hoy se llevó a cabo la primera reunión plenaria con los grupos parlamentarios en el Senado y la Cámara de Diputados. No soy comunicólogo, ni experto en redes sociales, sin embargo, cuatro notas en diez días para la gran cantidad de hechos que pasan a diario se me hacen pocas. Y sobre todo si pasan sin pena ni gloria.
Los que militamos en el PAN siempre nos hemos quejado y sufrido de la mala forma de comunicar que tiene el partido, no de hoy sino de siempre. En verdad, Acción Nacional en 85 años ha hecho muchísimo por México y duele constatar que lo único que recuerdan los ciudadanos son los casos de corrupción, verdaderos o falsos, que el oficialismo nos ha restregado por años. Con la nueva dirigencia nacional uno espera que por fin se rompa con esquemas que no nos han funcionado y que urge cambiar. No solo la comunicación, sino sobre todo la nueva forma de trabajar al interior y hacia afuera, con los ciudadanos, para volver a ser relevantes para los mexicanos. Urge conocer la posición del líder nacional sobre cómo lidiará con el esclerótico esquema que hoy tiene paralizado al partido. Qué acciones y mensajes vamos a emitir para que la gente se interese y quiera engrosar sus filas. Qué medidas concretas se van a tomar para que las estructuras estatales y municipales se pongan a trabajar a ras de piso, con los ciudadanos, empaparse se sus problemas y buscando con ellos las soluciones.
Ya se va haciendo tarde, sobre todo cuando las noticias que sí se difunden más que las panistas son, por ejemplo, que el Frente Cívico Nacional acordó hacer lo necesario para convertirse en otro partido político. Hasta Xóchitl Gálvez ya está pensando en algo similar pero donde no tengan cabida “impresentables”. Se podrá argumentar que la nueva dirigencia apenas se está asentando y tomando las riendas. El problema es que no hay tiempo para eso. Tampoco el que llega es un novato. Urge dar directrices precisas, claras y medibles para salir de la casi total irrelevancia en la que nos encontramos. ¿Qué están haciendo los comités estatales y municipales a lo largo y ancho del país? Si el oficialismo esta trabajando para reclutar a 10 millones de militantes, ¿nosotros nos vamos a quedar sentados cruzados de brazos? Ah, me faltó comentar otra nota que salió recientemente. El PAN está a una milésima de perder el registro por falta de militantes. ¿Y luego? Urge que nos pongamos a trabajar, no solo hacia adentro sino con los ciudadanos.
Tres años no son nada si queremos reconstruirnos y ser opción ciudadana en el 2027. Hacia el interior, son exigibles varios golpes de timón a fin de que todo puesto partidista, toda secretaría, todo militante sepa perfectamente qué hacer, qué objetivos y metas alcanzar y medirlo todo para saber si realmente avanzamos o seguimos estancados. Hacia afuera, hacer nuestras causas ciudadanas, tocar puertas, identificar liderazgos, trabajar de la mano a fin de que en tres años las y los candidatos salgan de forma natural y no impuestos desde el centro por acuerdos cupulares. Volvamos al origen municipalista de Acción Nacional. De abajo hacia arriba. Los problemas que más aquejan a los mexicanos los sienten en sus familias, en sus comunidades, escuelas, colonias, pueblos. No hay tiempo que perder. Ojalá el pretexto no sea que este año está por terminar y mejor nos esperamos hasta el año entrante. De ninguna manera. Desde hoy tenemos que conocer, planear, capacitar, convencer, organizar, delegar, con una visión, misión y objetivos claros que nos saquen de una vez por todas de esta irrelevancia que ya va para largo. Quedamos pendientes. ¡Ánimo!