Reflexiones sobre la crisis de la Oposición
“Solo puede oponerse quien tiene posición, quien afirma
y se compromete; nunca quien evade, disimula o abdica”
Abel Vicencio Tovar
Mucho se ha dicho sobre los porqués del fracaso de la oposición, partidos y sociedad organizada, en el proceso electoral de este año. Mucho más se tendrá que seguir hablando, analizando, asimilando, a fin de salir del asombro y poder seguir adelante. Por el lado de los partidos políticos, el sábado 29 de junio, el PAN llevó a cabo una reunión de su Consejo Nacional donde se crearon dos comisiones. Una para organizar el relevo de la dirigencia nacional y otra para evaluar los resultados del 2 de junio. La gran pregunta es si Acción Nacional está a la altura para reconocer errores, rediseñar líneas de acción para salir del atolladero y volver a ser opción ciudadana para los millones de mexicanos que no están de acuerdo con el proyecto morenista.
Hay mucho escepticismo en cuanto a las conclusiones que puedan salir en un partido desgraciadamente anquilosado y que demostró que no fue una opción creíble para las exigencias que requiere el país. Tres botones de muestra podemos destacar de la posición del dirigente nacional, Marko Cortés. La primera, es la descafeinada autocrítica sobre el pobre desempeño de los militantes en campo argumentando que “no se hizo trabajo territorial porque se compitió contra los siervos de la nación pagados por el gobierno y el mensaje que se envió a los ciudadanos se alejó un poco del PAN” (Sic). La segunda, tiene que ver con la frase “a pesar de los pesares, a pesar de lo que nos digan, a pesar de todas las críticas, el PAN sigue siendo la primera fuerza de oposición de este país” (Sic). Y la tercera, su frase final del discurso “Me siento tranquilo por el deber cumplido” (Sic). No creo necesario argumentar sobre lo desafortunado de estas frases. Pero si así estarán las conclusiones de la Comisión…
Por el lado de lo que queda de la Marea Rosa, este sábado 6 de julio se llevará a cabo un Encuentro Nacional Ciudadano (ENC), cuyo objetivo es similar: analizar los resultados electorales para saber el camino a seguir desde el punto de vista de la sociedad civil. Hay voces que quieren crear un partido político y otras que aseguran que es necesario seguir trabajando desde la sociedad para fortalecerse y lograr influir en las grandes decisiones que definirán el futuro de México. Desde mi muy particular punto de vista, entre las conclusiones a que se llegue, hay dos sustanciales: 1. México necesita una oposición, tanto partidista como sociedad organizada, fuerte, coherente, echada para adelante, con visión de futuro, con un mensaje claro del país que quiere, sin ambigüedades ni tibiezas. 2. A pesar del mal sabor de boca, de los desencuentros y las frustraciones, en estos momentos no hay de otra más que el PAN y los ciudadanos trabajen juntos para ese objetivo. Si en el ENC se concluye que es necesario crear otro partido político, está bien. Sin embargo, no es una tarea fácil ni exenta de obstáculos.
Si pensamos disruptivo, echando a volar la imaginación, una alternativa sería que el PAN y los ciudadanos lleven a cabo un pacto, donde el partido abra sus puertas y los ciudadanos lo aireen, con nuevas caras, nuevas ideas, nuevos métodos de acción. Es más, que tengan la experiencia de cómo se trabaja al interior de una organización política de oposición. Si les parece adecuada, que se queden. Si constatan que ya no tiene remedio, que creen otro partido, con el conocimiento a lo que se van a enfrentar al intentar alcanzar su objetivo. Las preguntas obvias serían, ¿así como está, el PAN estaría dispuesto a dejar entrar a quienes podrían transformarlo? ¿los ciudadanos tendrían el hígado para luchar por el poder guiados por un auténtico amor a México? Una forma de saberlo es valorarlo, sopesarlo, ver pro y contras, y concluir que no hay muchas otras opciones. De esta forma Acción Nacional retomaría sus raíces de ser un instrumento ciudadano para acceder al poder, así como los ciudadanos tendrían la experiencia de vivir en carne propia lo que significa militar en un partido con principios de doctrina, historia y políticas públicas para beneficio de los mexicanos.
El PAN necesita de ciudadanos. Los ciudadanos requieren de un medio de participación partidista. Más nos vale escoger el mejor camino para la oposición que le urge a México.