Reflexionemos Disruptivo

Qué tal una narrativa así: ¡Por un partido clasista!

 "El gobierno federal no debe enfocarse

exclusivamente en eliminar la pobreza

 sino que debe convertirse

 en un mediador de una profunda y

urgente extensión de la clase media".

Viridiana Ríos

 

       La izquierda comunista nació orgullosamente siendo clasista. Su objetivo era lograr, mediante la revolución, la dictadura del proletariado (clase trabajadora). La historia nos enseña que esto nunca pasó, y que al final de cuentas los ganones fueron todos menos los trabajadores.

      El fascismo y el nazismo nacieron para unir el poder político con el económico (clase alta), imponer su ideología a sus gobernados y expandirse hasta donde pudieran. La historia nos enseña que esta unión (clase alta y clase política) es altamente peligrosa, tanto para las libertades como para ahondar en las desigualdades de cualquier sociedad.

       Las monarquías son defensoras de los privilegios de una solo familia que Dios escogió, dicen, para gobernar a una nación o a un imperio.

      Las democracias buscan que los ciudadanos, desde los más ricos a los más pobres, accedan al poder a través de partidos políticos.

       Es decir, a lo largo de la historia han existido poderes políticos que buscan que las clases altas gobiernen o que lo hagan las clases bajas. Sin embargo, hasta donde sé, no ha habido un movimiento o partido político que expresamente trabaje para que la clase media llegue el poder. Cuando menos no en México.

      ¿Y si la narrativa hoy, el grito de batalla del PAN en esta coyuntura histórica fuera clasista?: “Por el crecimiento y fortalecimiento de la clase media”. Vamos por partes para poderlo digerir.  En principio ¿qué es la clase media?, ¿quiénes la integran?, ¿hay una sola o varias?, ¿cuáles son sus características? Para entender un poco más de este importante tópico, es altamente recomendable leer el libro “No es normal” de Viridiana Ríos, así como sus escritos al respecto. Vale la pena leerlo y aprovechar muchas enseñanzas muy interesantes al respecto.

 

      Para empezar, tendríamos que ponernos de acuerdo en la definición de clase media. No es necesario entrarle a disquisiciones filosóficas, sociológicas o económicas. Bástenos con una definición sacada de google. “El concepto de clase media se refiere al estrato de la sociedad que tiene un poder adquisitivo que les permite cubrir sus necesidades presentes y futuras, disponiendo para ello de cierta capacidad de consumo y ahorro”. Con esto basta. Ni muy ricos, ni muy pobres. Sin embargo, Viridiana Ríos concluye que existe una confusión, tanto en la clase alta como en la baja. En ambos lados muchos se autodefinen clasemedieros sin serlo. Según un estudio publicado por ella, “el 61 por ciento de la población se identifica como tal pero solo el 12 por ciento lo es”. Y afirma “Es imperativo que el mexicano promedio deje de engañarse a sí mismo sobre su nivel de vida. La realidad es que el 84 por ciento de la población no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer las necesidades de su familia, pero lo niega. Negar la realidad impide tener demandas políticas concretas y claras”. (Ríos,6 julio 2020)

 

      Luchar por el crecimiento y expansión de la clase media es un objetivo muy concreto y absolutamente compatible con los principios panistas. En esto estaremos trabajando para darle el sustento doctrinal que nos lleve a construir una narrativa lo suficientemente atractiva para, en primer lugar, contar con una línea de acción que nos unifique como panistas. En segundo lugar, para hacer conciencia, en todos aquellos que se dicen clasemedieros sin serlo, que hay un partido político que se interesa en ellas y ellos, a fin de que sea una realidad el vivir de acuerdo con el fundamental principio doctrinal panista: el respeto irrestricto a su dignidad como personas. Tercero, el fortalecimiento de la clase media trasciende la labor de un partido. Se enmarca en un espectro mucho mayor, por lo que puede encajar perfectamente como bandera de una coalición de partidos y sociedad civil, que no necesariamente apoyen al PAN. El tema da para mucho más. Lo estaremos abordando en las siguientes reflexiones disruptivas.