¡Que alguien me explique!
“Lo más difícil de explicar es aquello evidente
que todo el mundo ha decidido no ver”
Ayn Rand
Hoy pongo en consideración dos asuntos recientes que no entiendo. Ojalá alguien me pudiera ayudar:
Con respecto al primer tema, en el 2019, en su primer periodo presidencial, Donald Trump amenazó a México con la imposición de aranceles del 5% a los productos mexicanos, debido a que nuestro país no hacía lo suficiente para detener el flujo migratorio ilegal hacia Estados Unidos. Exigió al gobierno de amlo que desplegara 27 mil soldados en la frontera sur mexicana para evitar dicho castigo. ¿Qué pasó? Que Marcelo Ebrad, obviamente por instrucciones de amlo, aceptó de inmediato, por lo que Trump no impuso aranceles y afirmó abiertamente que “nunca había visto que alguien se doblara tan rápido”. Burlas por doquier en el ámbito político nacional e internacional.
Ahora en el 2025, Trump vuelve a amenazar ahora con 25% de aranceles a los productos mexicanos por las mismas causas del 2019 y con un agravante: la intolerable colusión del gobierno morenista con el crimen organizado. ¿Qué pasó? Que Trump no impuso los aranceles, pero México sí tuvo que desplegar 10 mil soldados en la frontera norte. O sea, el mismo resultado del 2019 (con menos soldados, claro), solo que ahora todo el mundo alaba la “extraordinaria” posición de la presidente mexicana, ya que logró pausar un mes la imposición de los aranceles. Ah, y del asunto de la relación inocultable del crimen organizado con el gobierno, ni una palabra más. ¡Que alguien me explique por qué antes se dobló al gobierno mexicano y hoy resulta la presidenta una estratega sin par? El resultado de hoy es peor que el del 2019, ya que, en ese entonces, el asunto de los aranceles se finiquitó con el despliegue de soldados en la frontera sur. Hoy el castigo solo se pospuso un mes, pero la amenaza sigue vigente. Si alguien me puede sacar de esta duda se lo agradeceré.
Y peor aún. Viridiana Ríos, la analista filomorenista, dijo recientemente en el programa Tercer Grado que, según ella, Trump solo blofeó con la imposición de los aranceles. Que nunca lo iba a llevar a cabo, por presiones internas de empresarios y políticos de ese país. Entonces ¿dónde queda la inaudita negociación que Ebrad nunca había visto antes? O yo no entiendo nada o nos están dando, para variar, atole con el dedo.
El otro asunto ligado con este que requiero que alguien me explique, es ¿cómo es posible que el oficialismo exija que todo México nos unamos en torno a la presidenta ante la presión trumpista, cuando no se han cansado de insultar y excluir a la oposición. Y peor aún, en los festejos por el aniversario de la promulgación de la Constitución de este 5 de febrero, la presidenta, con la mayor desfachatez y arrogancia decide no invitar al poder judicial. Ignora a la presidenta de un poder de la República que forzosamente debería estar presente. Solo invitó a tres ministras, no como representantes del poder judicial, sino como militantes y apoyadores de su partido. Pero eso sí, si no estamos del lado del oficialismo, somos unos vendepatrias. Y, a pesar de estos dos simples ejemplos, vemos que en las encuestas la aprobación de las y los mexicanos hacia la presidenta es muy alta. Aprobación que forzosamente le dan también ciudadanos que no estaban de acuerdo con el rumbo del país y que no votaron por ella. No entiendo.
Un llamado a la ciudadanía libre y a los partidos políticos. Seguimos perdiendo las batallas comunicacionales. Seguimos perdiendo la narrativa. Debemos trabajar con más inteligencia para encontrar la clave para explicar con argumentos y palabras muy simples pero contundentes estas contradicciones que vemos a diario. Hay tanto que aclarar, tanto que señalar, que sería realmente un despropósito que no pudiéramos hacer entender a las y los mexicanos que la narrativa oficialista no tiene sustento alguno. Quien tenga las claves, adelante. Yo le sigo.