Por un gobierno que te apoye a salir adelante

“No hay problemas que no podamos solventar juntos,

y muy pocos que podamos solventar solos”
Lyndon B. Johnson

 

      Ya he mencionado la urgente necesidad de construir una narrativa sencilla, clara y contundente para que los ciudadanos volteen a ver al PAN y a la coalición Va por México como una opción propositiva de un gobierno mejor. Las narrativas de las izquierdas han sido muy exitosas, ya que se basan en promesas de paraísos donde a los pobres se les hace justicia, se trabaja por la igualdad, se castiga a los ricos explotadores y el Estado es el padre regulador que nos da o quita según nuestras necesidades. Del lado de la derecha, la narrativa establece que lo que realmente importa es el mercado, ya que solo en él se intercambian los bienes y servicios que la sociedad produce y necesita, logrando un círculo virtuoso donde se elabore un pastel grande y luego se pueda repartir. Mientras menos intervenga el Estado, mejor. Para eso esta la mano invisible de la economía, para regularse automáticamente y que al menos la mayoría viva bien, aunque se queden en el camino muchos débiles que no pudieron seguir el paso. Ni modo.

 

      El humanismo político de Acción Nacional no está de acuerdo con ninguna de estas dos posturas. Estamos en desacuerdo con el simplismo geométrico de derechas o izquierdas. Pensamos disruptivo. Nos salimos de ese esquema que ya es de por sí, obsoleto. Partimos del concepto de persona, como un ser que es a la vez individuo y ser social. Es decir, reconocemos la eminente dignidad de la persona, pero estamos conscientes que el individuo no puede crecer ni desarrollarse sin el prójimo, sin la sociedad. Por ello rechazamos el individualismo capitalista que defiende a capa y espada lo que hagan los ciudadanos por sí mismos, aunque ello los lleve a sobresalir a costa de los demás. Pero tampoco estamos de acuerdo con un colectivismo estatista, donde burócratas encumbrados en el poder deciden la suerte de miles y millones de personas con la promesa, siempre incumplida, de que todas vivan en igualdad de condiciones.

 

      La narrativa de “Por un gobierno que te apoye a salir adelante” concentra en una frase la esencia individual y social de la persona. En primer lugar, como entidad política, el PAN aspira a conquistar el poder para ser gobierno y estar en condiciones de aplicar sus principios en las políticas públicas que dirigirán la vida de millones de ciudadanos. Es decir, no ponemos la prioridad en lo económico, en el mercado. La primicia es la política, entendida como” la creación y administración de un orden dinámico que con justicia jerarquice las diversas funciones y los distintos intereses que existen dentro de la vida social”.

 

      En segundo lugar, la frase “te apoye” significa que ni el gobierno ni el Estado hará las cosas por ti. Por el principio de subsidiariedad, somos actores de nuestro propio destino, donde el gobierno cree las condiciones para que todos y cada uno podamos aspirar a una vida mejor. En la medida que no podamos por nosotros mismos, en ese momento interviene el Estado para apoyarnos a salir adelante. En la medida que lo logramos, ese apoyo se retrae para ser otorgado para otros necesitados.

 

      En tercer lugar, “salir adelante” significa, por un lado, ser aspiracionista y por el otro, solidario. Quiere decir que no me quedo parado, que siempre aspiro a ser más. El deseo de superación es consustancial a la naturaleza humana. Por ello las teorías de izquierda siempre han fracasado y fracasaran; mientras que exacerbar el individualismo, creará siempre un mundo muy desigual e injusto. Para salir adelante tenemos que ser solidarios, hoy por ti; mañana por mí. Nuestra naturaleza social nos deja truncos si aspiramos a ser mejores a costa de los demás.

“Por un gobierno que te apoye a salir adelante”. Démosle vuelta a esta frase. Es aspiracionista, solidaria, subsidiaria y busca ante todo el bien común, a través del respeto a la dignidad humana. Una narrativa que busca cambiar radicalmente la vida que sufrimos bajo el régimen actual. ¡A darle!