Por qué sí votar por Alejandra del Moral

“La vida te abre oportunidades,

 o las tomas o te quedas con miedo de tomarlas.”
Jim Carrey

      En el Estado de México los panistas vivimos una encrucijada muy particular. Por un lado, formamos parte de una coalición partidista entre el PAN, PRI, PRD y Nueva Alianza, teniendo como candidata a la priista Alejandra del Moral. Por el otro, tenemos a la delincuente electoral confesa Delfina Gómez, candidata por la coalición de Morena, PT y Partido Verde. Solo hay dos candidatas, solo dos opciones. Hoy somos aliados del partido que no ha dejado el poder en nuestro estado desde que el PRI es PRI. Nunca ha habido un gobernador que no sea priista. Los fundadores del PAN en el Estado de México, Don Astolfo Vicencio y Don Víctor Guerrero, desde los años 1960´s recorrieron el estado creando conciencia de que los ciudadanos debían participar en política para hacerle frente al partido hegemónico. Había que luchar por implantar la democracia en nuestro estado y darle opciones políticas a quienes poco a poco se estaban cansando del caciquismo impuesto por el Grupo Atlacomulco. Esa lucha tuvo sus triunfos a nivel municipal y legislativo, pero nunca a nivel de la gubernatura, donde nos ha ido bastante mal.

 

      En 1999, yendo en alianza con el Partido Verde, ha sido nuestro mejor resultado: 35.46% contra el 42.4% del PRI, éste yendo solo. De entonces a la fecha, no hemos hecho más que obtener cada vez menor votación. En el 2005, en conjunto con Convergencia, bajamos al 24.73%, mientras que el PRI unido al Verde lograron el 47.58%. Nuestros peores resultados los hemos tenido yendo en solitario. En el 2011 obtuvimos solo el 12.28%, quedando en tercer lugar. Siguió el PRD-PT-Convergencia con 20.96%, y ganando el PRI-Verde-Nva. Alianza con 61.97%. El acabose fue en el 2017, donde quedamos en cuarto lugar, ya que apenas llegamos a 11.28%, muy lejos del segundo lugar, Morena, con 30.78%, tercero PRD con 17.84%, y mucho más de la alianza PRI-Verde-Nva. Alianza-Encuentro Social, que ganó con el 33.56%. Como podemos ver, la peor de nuestras opciones hubiera sido darnos baños de pureza y pretender competir otra vez solos para seguir perdiendo adeptos. Dejemos a un lado las opciones de blanco o negro y analicemos la implacable realidad que hoy nos aqueja.

 

      ¿Qué hacer ante este panorama, tomando en cuenta que debemos optar por alguno de dos partidos hegemónicos, uno a nivel estatal y el otro a nivel nacional? La clave está en tener claro qué Estado de México queremos: Uno gobernado por una delincuente electoral, quien en cada puesto de gobierno ha dejado desastres financieros documentados y que es fiel representante del partido hegemónico nacional que desprecia a la ley, que manda al diablo las instituciones y que solo se mueve al pandero que le toca ysq. O por una candidata mujer, joven, que ya ha sido Presidenta Municipal, donde no pidió diezmos a sus trabajadores y que también tuvo un buen desempeño como secretaria estatal de Desarrollo Social. Una mujer mucho más inteligente que su adversaria, que no se deja manipular por sus coordinadores (hombres) de campaña, quien representa a una coalición de partidos en los que el PAN esta presente. En donde, de ganar. Acción Nacional podrá influir en el rumbo del nuevo gobierno, ya que en el Estado de México se ha aprobado una ley de gobiernos de coalición. Una ley que estipula en términos generales las reglas sobre el papel que tendrán las diversas fuerzas políticas en los puestos y políticas públicas. Un gobierno en el que el PAN podrá luchar por el regreso de las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo y un seguro popular a nivel estatal.

 

      Otro detalle, que a lo mejor suena sin importancia pero que a los panistas nos representa mucho, es el hecho de que en la boleta cada partido tiene su lugar aparte, aunque la candidata sea la misma. Nosotros cruzaremos el logotipo del PAN, no el del PRI no el del PRD. Por lo tanto, nosotros defenderemos los principios y programas del PAN, sin tener que buscar defender los de los otros partidos, que ni los conocemos ni tenemos porque salir en su defensa. Alejandra del Moral ha tenido la inteligencia necesaria para darle su lugar a cada partido coaligado. Ya será tarea nuestra que, de ganar, proponer las soluciones a los problemas de nuestro estado y convencer con argumentos sólidos para que se lleven a la práctica. No hay de otra, tenemos una oportunidad. ¡No la dejemos escapar! ¡Ánimo!