No se ha ganado ni perdido nada. Demos el último estirón

"Nunca sabes lo fuerte que eres,

hasta que ser fuerte es la única opción que te queda".

Bob Marley

      Este domingo 19 de mayo se llevarán a efecto dos eventos trascendentales en el proceso electoral: Las concentraciones ciudadanas denominadas “Marea Rosa” en el zócalo de la ciudad de México, así como en decenas de ciudades de todo el país, y el tercer debate presidencial. Son dos oportunidades para mostrar músculo y convencer de una vez por todas a los indecisos, los arrepentidos, los abstencionistas, los indiferentes, los creyentes en una tercera vía y toda aquella persona que todavía no ha decidido por quién votar. Lo importante es que ambos eventos dependen exclusivamente de quienes queremos un cambio positivo de rumbo para México: Xóchitl, PAN, PRI, PRD y ciudadanos. Lo importante es que tenemos que recordar y estar muy conscientes de que ésta no será una elección como otras.  Estamos enfrentando una elección de Estado. Lo importante es dejar a un lado ya los prejuicios, animadversiones, fobias, que podamos tener entre esta amplísima gama de intereses y visiones diferentes a fin de concentrarnos en lo único que trasciende: o nos unimos para defender la democracia o seguimos buscando pretextos que nos conducirían a seis años más de caos y corrupción.

 

       El domingo tenemos que demostrarle una vez más al gobierno que no le tenemos miedo, que somos mucho más lo buenos, que sabemos de lo que es capaz y por ello nos estamos agrupando y preparando para que no se salgan con la suya. Que este domingo marcharemos como una sola fuerza, sin fisuras, sin ambiciones personales ni partidistas. Demostremos categóricamente nuestro apoyo a Xóchitl y a todos los candidatos de la coalición Fuerza y Corazón por México. Ya no hay mañana. O es ahora o ya no fue. Que no se quede nadie en su casa. Invitemos a nuestros familiares, amigos, vecinos, compañeros a que nos acompañen a las marchas y concentraciones. Hagámosles entender que, si no les gusta la política, la política de todos modos se meterá con ellos. Que no les queda de otra más que participar, aunque sea en defensa propia.

 

      Apoyemos con todo a Xóchitl para que salga una vez más victoriosa, contundente, presidencial, estadista. Recemos, oremos, mandémosle las mejores vibras, nuestros mejores pensamientos. Entremos al post debate para que la percepción de triunfo se expanda a quienes no pudieron ver el debate. Enterremos con argumentos al prepotente esquirol naranja, desaparezcámoslo del mapa. Reiteremos una y mil veces que solo hay dos opciones. No más. Hagamos cada uno lo que nos toca hacer. Demos el último estirón.

 

      Concentrémonos en nosotros mismos y lo que somos capaces de lograr. Hemos visto y seguiremos viendo encuestas de todo tipo. Las que nos ponen a 20 o 30 puntos de desventaja ante el primer lugar o aquellas que nos dan un empate técnico con la corcholata. Que ni las primeras nos desanimen ni las segundas nos hagan echar las campanas a vuelo. Recordemos que para bien o para mal las encuestas no votan. No se vale descalificar a aquellas que no nos gustan y festinar las que nos ponen arriba. Solo son instrumentos que nos orientan (o nos confunden) sobre la percepción de una realidad que vivimos en un momento determinado. Hagámosle caso más bien al ánimo en las calles, a lo difícil que la esta pasando la gente que cada vez les alcanza menos para comprar la canasta básica. Que no se puede enfermar porque no hay ni buen servicio médico ni medicinas. Que todos los días sufre la violencia en el transporte, en la calle, en su negocio con el derecho de piso, extorsiones, amenazas. Pero que a todo esto hay salidas, hay esperanza, hay opción.

 

      Esto se esta poniendo bueno y se pondrá mejor. Redoblemos esfuerzos. Reafirmemos convicciones. Saquemos fuerzas de flaqueza. México nos necesita, como lo dice nuestro himno nacional “Piensa ¡oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio”. ¡Ánimo! Nos vemos el domingo.