Lecciones de una narrativa exitosa: Segunda parte

“Siempre se aprende algo

de lo menos esperado”

GAVA

Terminemos de analizar la narrativa de un personaje que logró lo que nadie en política en México ha logrado desde que tenemos un IFE ciudadano: en una misma elección ganar la presidencia de la república y su partido mayoría en ambas Cámaras. Posteriormente, en menos de 3 años, ganar en 19 estados tanto el poder ejecutivo como la mayoría en los congresos locales. Algo podremos aprender, tanto para bien como para mal.

 

Como jefe de gobierno, en el 2005 se desata una polémica jurídica-política, por acciones en un predio conocido como El Encino, que llevó al desafuero del jefe de gobierno. La narrativa de entonces se construyó en el sentido de que el Presidente Fox, el gobierno federal y el PAN se coludieron para evitar que esta persona fuera candidato presidencial por el PRD en las elecciones del 2006. Finalmente, haya o no violado la ley, el caso es que sale fortalecido y su popularidad creció a tal grado que se le vio como el próximo presidente de México, ya que empezó la carrera presidencial muy por encima de su perseguidor más cercano.

 

Sin embargo, tanto por el trabajo del gobierno federal, el trabajo en tierra y mensaje del PAN y de su candidato (“es un peligro para México”), como por errores y la soberbia del candidato opositor (“Cállate Chachalaca”), al final pierde la elección con 0.5% de diferencia. Como era su costumbre, alega fraude, organiza plantones en el Paseo de la Reforma, lleva a la quiebra a decenas de negocios, deja sin empleo a miles de personas y llega hasta la ignominia de proclamarse presidente legítimo. Un absoluto ridículo… claro, para quienes siempre supimos la clase de persona que era. Peeero, lo importante es que para millones de personas este individuo fue percibido como una víctima de las élites políticas y económicas. Llegó al grado de organizar un intento de golpe de estado para que el presidente electo no tomara protesta, acción que al final no le funcionó… sin ninguna consecuencia para él.

 

El no haber sido presidente (la tenía, era suya y la dejó ir), así como al no haber podido evitar que Felipe Calderón lo fuera, le generó un odio y un rencor que le ha durado hasta la fecha: Todo lo malo que pasa en México” es culpa de Calderón”. De entonces para el 2018, se dedicó a recorrer los dos mil y tantos municipios, dicen, del país. Esto no le alcanzó para ganar la presidencia en el 2012 y lo siguió recorriendo hasta el 2018, cuando, por fin, logra su cometido.

 

¿Qué lecciones podemos sacar de todo este fenómeno, quien pierde la presidencia con el 0.5% de los votos en el 2006 y la gana con 30 millones en el 2018? Su Narrativa:

Líder social cercano a la gente. ¿En el PAN estamos trabajando en la calle apoyando las luchas de los ciudadanos que libran día a día?

La ley no me aplica ya que cuento con el respaldo popular. Me queda claro que en el PAN estamos por defender la ley y las instituciones. Pero entonces, ¿qué acciones estamos planeando para combatir a quienes violan la ley impunemente y sobre todo que esa defensa no se nos revierta como el desafuero del 2005?

Imagen de jefe de gobierno popular y exitoso, que le dura desde el 2006 hasta el 2018. Cuando pierde las elecciones en el 2006 se va a recorrer el país sin que sepamos de qué vivía… hasta que apareció el libro “El Rey del Cash”.  ¿Cómo se le hace para que una narrativa exitosa le dure doce años, que le alcanzan para ganar la presidencia?

Líder antisistema, honesto y trabajador. Después del desastre del gobierno corrupto y frívolo del PRI tanto a nivel federal como en los estados, una narrativa machacona como “no mentir, no robar, no traicionar”, “para el bien de todos, primero los pobres”, “la alianza PRIAN es corrupta”, atrapó a la gran mayoría de los votantes y dejó a la oposición en la lona.

 

Conclusión: Para encontrar una narrativa que atraiga a los ciudadanos, debemos de reconocer sin problema qué es lo que funciona y que no. Cómo utilizar aquello que nos favorezca y evitar lo que nos perjudica. En las próximas reflexiones disruptivas seguro lo lograremos. ¡Pensemos diferente!