La militancia es de quien la trabaja
“Suela, sudor y saliva”
Un ejercicio muy interesante y oportuno, sería analizar las causas del por qué somos tan pocos militantes en el PAN, sobre todo tomando en cuenta que gobernamos a este país, a nivel federal, por doce años. Para encontrar la solución, primero debemos de saber cuál es el problema. No pretendo ser exhaustivo, ni pretender que el PAN se comporta igual en las diversas regiones del país, ni en sus diferentes niveles de vida interna (distrital, municipal, estatal nacional).
Varias son las posibles razones que he escuchado y vivido. Veamos si nos reflejamos en alguna o tenemos alguna otra que añadir o refutar. De entre ellas podemos mencionar las siguientes:
Suspensión de afiliaciones. – Durante demasiado tiempo, los ciudadanos que quisieron entrar al partido no lo pudieron hacer, porque no se encontró una mejor solución para combatir las afiliaciones masivas, que fueron práctica común en muchos estados de la república, sobre todo en tiempo de elecciones.
Padroneros. - La existencia de líderes de todo tipo que se encargan de afiliar a personas de su entera confianza (empezando por su familia) para contar con poder de negociación y garantizar lugares en las instancias partidistas o en algún cargo público. Por otro lado, se obstaculiza la entrada al partido para que no tenga competencia de gente nueva que pueda pensar (y votar) en forma diferente.
Financiera. - Desde que contamos con financiamiento público “garantizado”, dejamos de ejercer muchas actividades que nos acercaban a los ciudadanos buscando su apoyo: Boteos, venta de boletos para rifa de autos, cachitos de aportaciones para compra de la casa del PAN, etc. Al contar con dinero asegurado ya no acudimos al ciudadano y nos quedamos con un padrón de militantes muy pequeño.
Empleos. - Al depender de un ayuntamiento, gobierno estatal o federal, mi permanencia en el cargo depende mucho de si estoy afiliado o no, para que mi voto y apoyo sean para quienes encabezan dichos gobiernos.
Complejo de culpa. - Luchamos en una brega de eternidad por alcanzar la democracia, gobernar para el bien común, respetando la dignidad de las personas. Cuando estos ideales se ven ensombrecidos por algunos hechos non santos, nos llega un complejo de culpa que nos debilita para volver a pedir el voto de los ciudadanos que una vez confiaron en nosotros.
Redes sociales.- Si puedo quejarme, opinar, criticar, aportar, con el simple hecho de mandar un tweet, whats, feisbukaso, correo, etc., yo ya cumplí con la patria. ¿Para qué busco el contacto físico de la gente en la calle?
Derrotismo.- Si la vida partidista ya se pudrió y no hay forma de recomponerla, ¿para qué molestarse en buscar soluciones donde no las hay? Los malos han ganado y a mi solo me queda quejarme.
Dejo espacio para que le sumes algunas razones más _____________________
En la medida que podamos resolver en nuestro fuero interno cuál de estas causas nos detiene para volver a apostar por nosotros mismos, para concluir que México nos necesita actuantes, para demostrar que tantos años de la búsqueda de conciencia cívica han valido la pena, en esa medida tendremos remedio. Antes no.
Si no estamos de acuerdo con los dirigentes o con decisiones cupulares que no nos gustan, pongámonos a trabajar para lograr “tanta militancia como sea posible y tanta dirigencia como sea necesaria”. Ganemos otra vez la calle, vayamos con los panistas de a pie, entendamos su circunstancia, invitemos a ciudadanos a engrosar las filas del PAN, generemos una narrativa convincente, motivo de la siguiente reflexión disruptiva. Hay tanto que hacer… bueno, solo si creemos que nuestro esfuerzo valdrá la pena.
¿Difícil, complicado, acción quijotesca? Tal vez. Pero Don Manuel Gómez Morin ya lo preveía en 1949 al rendir su último informe como Presidente del PAN al decir: “Que nunca falten esos motivos espirituales en nuestra organización, que la confusión no obscurezca la claridad de su posición doctrinal de fondo… que la derrota no paralice, sino instigue… que si falta un responsable, haya otros muchos para sustituirlo…” ¿Eres uno de ellos?