La lucha será fortalecer el nivel de confianza propia
“La confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito”.
Emerson
Ya empezaron formalmente las precampañas de las y el candidato a la Presidencia de la República. Y digo formalmente, porque de facto la candidata oficial anda en campaña hace algunos años y Xóchitl hace solo algunos meses. Esta claro que la lucha será entre dos visiones radicalmente diferentes de país, perfectamente distinguibles. Por un lado, está la continuidad del oficialismo que busca apoderarse de las instituciones públicas para que sirvan al presidente de la república, o destruir aquellas a las que no puede dominar. Un oficialismo que en cada decisión le da más poder y actividades al ejército, nulificando en los hechos al estado de derecho. Donde la corrupción que supuestamente iban a combatir ha sido el eje rector de todo el gobierno, donde miles de millones de pesos se manejan de la forma más discrecional posible en beneficio del partido gobernante.
La otra visión es la de fortalecer al ciudadano, de respetar a las instituciones, a la democracia, a la aspiración de todo mexicano a vivir mejor. De verdaderamente buscar abatir la pobreza, no solo con programas asistencialistas, sino con apoyo al campo, a los pequeños y medianos empresarios quienes son los que producen la inmensa mayoría de empleos en México. De tener un sistema de salud para todos aquellos mexicanos que lo perdieron cuando desaparecieron el seguro popular. De que no falten medicinas, ya que este criminal gobierno fue el único causante del desabasto actual. Una visión que tenga como eje central la seguridad de las familias mexicanas. Que mande a la basura de la historia la estúpida estrategia de “abrazos, no balazos”. Que ejerza el legítimo uso de la fuerza contra aquellos que atentan contra la vida de las y los mexicanos. Que cree políticas públicas con las que se fortalezca a las policías locales, con inteligencia, con estrategias claras, con coordinación con el ejercito mexicano y la Guardia Nacional para combatir de frente y sin miramientos a los que hoy se defienden porque “también son seres humanos”. Donde importen más las familias de los asesinados y desparecidos y no seguir protegiendo a los delincuentes, que día a día siguen apoderándose de cada vez más territorio en cada estado, en cada municipio, en cada pueblo.
Este es el bosque, la visión principal, que debemos tener siempre presente para no perder el objetivo y no seguir viendo solo los árboles podridos o muertos, la visión parcial, que nos aparten de la meta que realmente importa. Esto va a colación, ya que han surgido, cada vez con mayor fuerza, críticas a la campaña de Xóchitl. Lo preocupante es que no vienen de fuera, sino de dentro. Mucha gente opina, descalifica, se enoja, se desespera por lo que consideran no está funcionando en la estrategia del Frente Amplio por México. Puede ser que tengan razón. Sin embargo, pregunto ¿en qué ayuda a lograr que triunfe nuestra visión del México fuerte y con amor que andamos buscando, viendo los toros desde la barrera? Por ello un llamado urgente a los ciudadanos de a pie que no tienen el poder de opinar para cambiar el rumbo de la estrategia de campaña. ¿Se imaginan que por cada crítica negativa se hiciera algo positivo en su particular ámbito de acción, donde sí pueden influir? O mejor aún empezar con un “yo he hecho esto y esto y esto para apoyar a Xóchitl y por tanto puedo criticar lo que veo que se está haciendo mal”. Dejemos la comodidad de criticar sin preguntarnos ¿qué estoy haciendo yo para lograr esa visión general de la que hablamos al principio? Hagamos como se dice hacen los japoneses. Cuando se van a huelga, no dejan de trabajar. Al contrario, siguen trabajando con mayor fuerza para dar a conocer sus demandas.
Si vamos a criticar y a opinar sobre lo que creemos está mal hecho, hagámoslo con autoridad moral. Por cada crítica, hagamos diez cosas positivas para apoyar a Xóchitl y que vea la fuerza de la sociedad civil que la esta acompañando, arropando y que no la dejará sola, a pesar de los errores que se vayan cometiendo. Eso sí podemos hacer, sin esperar ni instrucciones ni órdenes. Solo fortaleciendo la confianza en nosotros mismo podremos contagiarla a los demás y lograr nuestro objetivo: El triunfo de Xóchitl a la Presidencia de la República. ¡Ánimo! Sí se puede. Tú tienes la palabra y sabes la acción necesaria a llevar a cabo.