Goliat fue derrotado por un astuto David
“No hay Goliat, por muy aterrador que se vea,
Que no encuentre a un David que lo pueda derrotar”
GAVA
La aprobación del presupuesto 2024 por los diputados cuatroteistas, siguiendo la orden de su mesías de no cambiarle ni una coma, nos muestra una vez más el grado de abyección, de sometimiento, de indignidad que los supuestos representantes populares pueden llegar a demostrar con tal de conservar el poder y sus puestos. No vale el decoro, el respeto a la ley, la dignidad, la congruencia, el beneficio a quienes más lo necesitan. Lo que importa son tres cosas: las obras faraónicas del presidente, dejar en la inanición a los organismos autónomos y concentrar todos los recursos posibles para la maquinaria electoral. Aterrador panorama que nos podría hacer pensar que, para el 2024, ya no hay nada que hacer, que todo esta decidido, que no hay más remedio que aceptar la realidad.
Si estamos pensando en una lucha cuerpo a cuerpo con un enemigo mucho más grande que nosotros, en su territorio, sin protecciones y sin estrategia, por supuesto que la pelea esta perdida de antemano. Sin embargo, hay otra forma de ver y enfrentar el reto. Seamos astutos, sagaces, inteligentes. Pensemos diferente como el pastor David frente al gigante Goliat. Según Google, astuto y sagaz tienen las siguientes acepciones. Astuto: persona que muestra habilidad para comprender las cosas y obtener provecho o beneficio mediante engaño o evitándolo. Sagaz: Persona que tiene facilidad para comprender las cosas y de percibir con claridad lo que conlleva. Ahí esta la clave. Dejemos de pensar en que enfrente tenemos a un ogro imbatible. Tengamos claro que, a pesar de fuerza y tamaño, tiene puntos débiles que hay que encontrar y aprovechar.
Qué mejor símil con David que una niña que vendía gelatinas para ayudar a su familia. Esa niña ahora precandidata a la presidencia de la república, llamada Xóchitl Gálvez, se ofrece para derrotar al monstruo llamado cuatrot. ¿Cómo y con qué lo va a derrotar? No hay más armas, no hay más piedras, que la participación ciudadana con sus votos. Tenemos una extraordinaria candidata y tenemos a los ciudadanos. Lo que falta afinar es la onda que los convoque, los organice y los dirija al objetivo preciso que hará caer al gigante. La onda son los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil que se unen para dar cauce a la fuerza rosa. La pregunta obligada es saber si los partidos y organizaciones están a la altura de las circunstancias. O más bien antes, si cada uno de nosotros nos la creemos y estamos convencidos de que es posible ganar. Más que pensar en el gigante, nuestra tarea hoy, hoy, hoy es convencernos a nosotros mismos que podemos derrotar a Goliat. Si lo estamos, podremos convencer a otros. Si no, ni qué hacer. Más difícil pero no imposible, sacar de la modorra, de su inercia e intereses particulares a los partidos políticos. De organizar a una desorganizada sociedad que tendrá muchas ganas de cambiar las cosas, pero no encuentra el cómo. De que más y más ciudadanos conozcan a Xóchitl. Si no la conocen no hay forma de que voten por ella. Volvamos a lo básico.
Trabajemos una y otra vez, como la gota que llega a perforar una piedra, en recalcar que tenemos que ampliar el conocimiento que los ciudadanos tienen de Xóchitl. Si no lo hemos hecho, empecemos. Hagamos grupos de whatsapp con diez personas. Comuniquemos lo que nos llegue de Xóchitl. Desmintamos información que la ataque. No difundamos noticias fake de las que no tenemos certeza. Pidamos a cada integrante que a su vez forme otros grupos de diez en diez. Integrémonos a una de cientos de organizaciones que forman parte de la alianza Va por México. Convirtámonos en Xochitlovers y pongámonos a trabajar. No estamos solos. Lo que nos falta es reconocernos para unirnos para dar la batalla juntos. No hay tiempo que perder. ¡A darle!