Evaluemos y aportemos constructivamente
“Ante las resistencias al cambio
Hay que elegir nuestras batallas”
Julio Castillo López
Un partido político es una entidad de interés público. Aunque no militemos en alguno de ellos, sus decisiones nos afectan como ciudadanos, para bien o para mal. Se sostienen con los impuestos que pagamos todos los mexicanos. Entonces vale la pena conocerlos, saber qué proponen, cuáles son sus dirigentes, su historia, sus propuestas y visión del México que buscan. Y si es posible incidir en sus decisiones, qué mejor. Hoy tenemos una oportunidad para opinar, para criticar, para proponer, para exigir, para que luchen por lo que a mí me importa.
El Partido Acción Nacional, a raíz de los resultados electorales del 2 de junio, creó una “Comisión Especial para el Estudio y Propuestas de Cambio para el PAN”, encabezada por Julio Castillo López, Director de la Fundación Rafael Preciado Hernández, e hijo de Carlos Castillo Peraza, uno de los últimos ideólogos panistas. Se han planteado 6 objetivos a alcanzar, tres de diagnóstico y tres de propuestas. Los primeros tienen que ver con el resultado de las elecciones, el estado actual del PAN y el estado del país. Los segundos tendrán que ver con propuestas de cambio para el PAN, para sus grupos parlamentarios y para sus gobiernos. Aunque la comisión está integrada por gobernadores, diputados, senadores, candidatos a diversos puestos de elección popular y militantes con gran conocimiento del partido, creo sinceramente que muchas de las respuestas y propuestas deben de venir de los mismos militantes, de simpatizantes, de la sociedad civil y por qué no de simpatizantes de otros partidos.
Para abrir boca, Julio Castillo abre la discusión con tres errores que, según él, tuvo Acción Nacional en el pasado proceso electoral que explican el resultado. En primer lugar, un error de narrativa base. A pesar de que hubo varias mesas de trabajo lideradas por panistas y priistas con amplia experiencia en gobernar, la campaña se fue centrando en ver qué coalición ofrecía mayores programas sociales. O sea, el discurso fue tema morenista contra tema morenista. Es por ello por lo que perdimos el apoyo de las clases medias y altas. No les dijimos claramente el México que esperaban escuchar para decidir apoyarnos. Por otro lado, al ciudadano común y corriente no le llama la atención temas intangibles como democracia, libertad, verdad, vida. Quiere saber concretamente, primero, que entendemos su problemática diaria y segundo, saber qué proponemos para apoyarlo para que salga adelante en su lucha de cada día.
Otro grave problema fue confiar en consultores externos. No es posible que “agencias expertas”, que cobran muchísimo dinero, hayan fallado en las encuestas con hasta 39% de error. Tampoco, que no hayan acertado en proponer mensajes claros, simples, entendibles, concretos. Ello explica en parte la bajísima votación obtenida. Y el tercer error garrafal fue creer que la sociedad civil organizada era mucho mayor a la pensada. Que los votos de ellos más los de los partidos políticos se iban a potenciar para lograr el triunfo. Sin embargo, a lo largo de la campaña nos fuimos dando cuenta que sociedad civil y partidos de oposición, éramos los mismos. Nunca sumamos, menos multiplicamos.
Ahora viene el proceso más difícil para el PAN y para todo ciudadano que quiere un país diferente al que vivimos. Reconocer errores, asumir responsabilidades, fortalecer lo bien hecho, cambiar radicalmente lo malo. Y, sobre todo, luchar contra el escepticismo que priva no solo en la sociedad, sino dentro del mismo partido. Mientras no tengamos alguna alternativa que nos saque del hoyo, vale la pena participar opinando, criticando, proponiendo lo que debe ser un partido político opositor en un ambiente de gobierno totalitario y excluyente. Es posible hacerlo, aunque sea como terapia. No perdemos nada. La comisión creada ha abierto un correo electrónico para todo aquel que quiera dar sus comentarios y contribuir a que la oposición se fortalezca. Podemos enviar nuestras aportaciones, tanto de diagnóstico como de propuestas, a estudioyanalisis.pan@gmail.com. ¿Queremos que los partidos sean más ciudadanos? Participemos. ¿Los queremos más cercanos a nosotros? Involucrémonos. ¿Creemos que esto no servirá de nada? Espero que tengas otra alternativa. Lo que no ayudará a México ni a tu familia es darse por vencido, mandar a volar a todo el mundo y quedarse refunfuñando lo mal que estamos. Si no nos apoyamos entre todos, ¿quién lo hará?¡ÁNIMO!