¿Estructuras Partidistas o Apoyo Ciudadano?

“La participación del ciudadano en el gobierno,

es lo único que puede fundar el establecimiento

de gobiernos responsables”.

Adolfo Christlieb Ibarrola

      Una vez terminada la etapa del Frente Amplio por México, en la que los aspirantes a coordinarlo debían obtener mínimo 150 mil firmas en al menos 17 estados de la república, podemos sacar interesantes conclusiones. Para ello tomo como fuente algunas láminas y gráficas que circulan en las redes sociales. De las 4 personas que cumplieron con lo establecido en las reglas, quien más apoyo tuvo de los ciudadanos fue, por mucho, Xóchitl Gálvez y quien requirió de más apoyo de la estructura partidista fue Santiago Creel. Beatriz Paredes también contó con un importante apoyo de los priistas y Enrique De la Madrid de igual modo. Ni Santiago ni Enrique, sin el apalancamiento de las estructuras partidistas, hubieran tenido éxito.

 

      Primera pregunta ¿este hecho los descalifica? En mi muy particular punto de vista, considero que de ninguna manera. Desde su inicio, el FAM ha sido concebido como un híbrido entre partidos de oposición y ciudadanos. Ambos son importantes, ambos son complementarios. Los partidos no pueden ganar elecciones si no cuentan con el apoyo ciudadano. Los ciudadanos no pueden acceder a puestos de elección popular sino a través de los partidos. Por ello, en esta primera etapa, es absolutamente legítimo que las estructuras partidistas hayan solicitado a sus militantes apoyar a tal o cual aspirante. Claro, siempre y cuando no se coaccionara el apoyo ni, el no hacerlo, tuviera repercusiones para quienes no aceptaran “la línea”. Este fenómeno de la línea, al menos en el PAN, ha tenido muy poco éxito. Recordemos que para el 2006 el Presidente de la República, Vicente Fox, apoyó para que fuera su sucesor al propio Santiago Creel. Sin embargo, Felipe Calderón le ganó la partida y él fue el candidato y su sucesor. Lo mismo le pasó a Felipe, seis años después, cuando quiso promover a Ernesto Cordero, tampoco pudo, ya que los militantes elegimos a Josefina Vázquez Mota.

 

      Segunda pregunta, entonces en este proceso ¿quién tiene más posibilidades de ganar la nominación de la coordinación del FAM, quien es apoyado por las estructuras partidistas o por los ciudadanos? Y no solo preguntarnos quién puede ganar internamente este proceso, sino lo más importante, quién tiene más posibilidades de ganar hacia fuera, la Presidencia de la República. Nuevamente, desde mi muy particular punto de vista, esta claro que quien puede ganar hacia fuera es quien tenga más apoyo popular que de partidos. No es muy difícil llegar a esta conclusión. Con las simples matemáticas, tan despreciadas hoy en los libros de texto, tenemos que las estructuras partidistas del PAN, PRI y PRD no llegarán ni a los ¿tres millones de militantes? Para ganar una elección constitucional se requieren muchísimos más, de un padrón de 98 millones de ciudadanos.  Pero OJO, De ninguna manera minimizo la importancia que tienen los partidos. Por supuesto que no se puede prescindir de ellos, para bien o para mal. Y menos si tenemos enfrente a todo el poder del estado encabezado por quien debería estar ocupado en gobernar este país y no hacerla de jefe de campaña de su corcholata favorita. Pero hoy, con el desprestigio de los partidos y de los políticos profesionales, hay mayor posibilidad de convencer a las y los ciudadanos con un perfil no partidista como el de Xóchitl.

 

      Y la tercera pregunta, ¿las estructuras del PAN, PRI y PRD estarán realmente dispuestas a trabajar hacia el triunfo con alguien que no es de casa? Tarea nada fácil que está por verse. Hay mucho que trabajar aún. Muchos obstáculos por enfrentar y resolver. Por lo pronto considero que se han logrado triunfos que parecían imposibles: Que partidos tan disímbolos se unieran en un solo objetivo. Ponerse de acuerdo en cómo procesar las diferencias para diseñar y poner en funcionamiento el proceso del Frente Amplio por México. Organizar una exitosa recolección de firmas para quienes aspiran a coordinarlo. Que al menos cuatro interesados hayan alcanzado las firmas requeridas. Y que se haya organizado el primer foro de exposición de ideas de las y los punteros. Logros inéditos que hay que reconocer y valorar. Logros, tanto de los partidos como de la ciudadanía. Sigamos por este camino. Con altura de miras entendamos que partidos y ciudadanos nos requerimos mutuamente. Actuemos en consecuencia y lograremos lo hasta hoy inimaginable. ¡Ánimo!