El Presidente Felipe Calderón y
El Partido Acción Nacional
“Apostemos por nosotros mismos”
Carlos Castillo Peraza
En el año 2006 el PAN gana la presidencia de la República con un candidato cuyo perfil es difícil de igualar como panista: Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es hijo de uno de los fundadores de Acción Nacional (Don Luis Calderón Vega), fue líder juvenil, Asambleísta en el entonces Distrito Federal, Diputado Federal, Consejero Nacional, miembro del CEN, Secretario General y luego Presidente Nacional. Es más, casado con otra panista, Margarita Zavala.
Sobre el gobierno de Calderón, cada quien podrá tener sus opiniones a favor o en contra. Lo que sí es un hecho es que fue electo Presidente de la República por el PAN, continuando por otros seis años más al gobierno de Vicente Fox. Por lo tanto, para bien o para mal, el PAN no se puede desligar de ambos gobiernos. Que Felipe Calderón tuvo aciertos, por supuesto. Que cometió errores, sin duda. En un balance de pros y contras, para quien esto escribe, Felipe Calderón fue un extraordinario Presidente. Estoy de acuerdo con Javier Lozano. Fue un orgullo verlo convertirse en líder mundial en una gran cantidad de foros internacionales. Tuve el honor de trabajar con él como Delegado de Desarrollo Social y de Economía en el Estado de México. Lo que sí me consta son los grandes beneficios que recibieron millones de mexicanas y mexicanos con la creación de las Guarderías Infantiles, con la continuación de programas como el Seguro Popular, Oportunidades, Programa 70 y más para adultos mayores, Microrregiones, Hábitat, Rescate de Espacios Públicos, entre otros. Quienes más se beneficiaron fueron las personas y comunidades con mayor grado de pobreza y marginación.
En lo que toca a su controvertida estrategia de combate frontal al narco, incluyendo al ejército, hubo luces y sombras. Logró la captura de una importante cantidad de narcotraficantes, lo que provocó un incremento de enfrentamientos y muertes. Al final de su sexenio se logró reducir la curva de homicidios, lo cual implicaba que su estrategia estaba logrando resultados. El error, tal vez, consistió en que el gobierno federal asumiera esa lucha, sin una estrategia y compromiso de gobiernos estatales y municipales para fortalecer a sus policías y las instituciones de impartición de justicia que les correspondía. Repito, hubo aciertos y hubo errores, pero nada comparado con lo que estamos viviendo hoy con la inaudita estrategia de “abrazos, no balazos”, traducida en abrazos para los narcotraficantes y balazos para los periodistas, que ha provocado una escalada de muertes absolutamente inimaginables.
Durante su gobierno, e incluso al día de hoy, no se ha sabido que Felipe Calderón haya obtenido decenas de casas como las de Bartlett o Irma Eréndira Sandoval; sus hermanos no han recibido dinero en efectivo en sobres amarillo o bolsas de papel como Pío o Martín; y lo más importante: no liberó a ningún líder narco como sí lo hizo Amlo; no se detuvo en alguna gira para saludar a la mamá de ningún capo; no se le vio departiendo comida con grupo de narcos; ni tampoco viajó ni una sola vez a Badiraguato como sí lo ha hecho varias veces el presidente actual. Finalmente, tampoco hubo ningún indicio de que grupos criminales apoyaran al PAN para ganar elecciones, como sí consta con candidatos de Morena en las del 2021. A pesar de todas irrefutables pruebas, los seguidores del presidente y de su partido lo defienden a rabiar, con fe ciega, con irracionales motivos. En cambio, Felipe Calderón es acusado y calumniado por su decisión de mantener por seis años a Genaro García Luna. Un personaje que es enjuiciado diez años después con testimonios de los mismos narcos que capturó y, que de ser cierto su culpabilidad, habría engañado a la DEA, al FBI, a la CIA y al Departamento de Estado norteamericano quienes lo elogiaron y premiaron.
¿Por qué el PAN como institución y los panistas en lo individual no salimos a defender, no a García Luna quien se puede defender solo, sino a ese gobierno que fue nuestro, como sí lo hacen los morenistas con el comprobado narco gobierno de Amlo? Pensemos diferente. No nos dejemos llevar por el “qué dirán”. Los gobiernos panistas a pesar de todos los pesares, fueron una bendición para millones de mexicanas y mexicanos. Entendámoslo, busquemos la narrativa adecuada. Tenemos mucho más de qué estar orgullosos de los que nos quieren hacer creer. ¡Ánimo!