Durmiendo con el enemigo, así ¿cómo?
“No me preocupa el grito de los violentos,
de los corruptos, de los deshonestos,
de los sin ética. Lo que más me
preocupa es el silencio de los buenos”.
Martin Luther King
La marcha del domingo 13 de noviembre, del Ángel de la Independencia al monumento a la Revolución, nos puede dejar un sinfín de enseñanzas. Las que más me interesan son las que, como panistas, podemos obtener. Primera: La sociedad civil no es apática per se. Cuando hay un motivo concreto, claro, simple y pegador, acude al llamado. Salió en defensa del INE ante los ataques de la actual mafia del poder y de su mesías. Segundo: Las y los convocantes. Fue un llamado de organizaciones civiles para los ciudadanos, es decir, una convocatoria entre pares. Tercero: El objetivo: El INE. A quien salimos a defender cuenta, según una de las encuestas de Milenio, con una aprobación de 70%, mientras quien lo ha atacado sistemáticamente cuenta con una popularidad que ronda los 60%.
¿Qué pasaría si los partidos PAN, PRI y PRD saliéramos hoy a convocar a los ciudadanos a salir a las calles? Con la popularidad actual de los partidos políticos, mejor ahí la dejamos. ¿Qué mensaje, qué objetivo podríamos ofrecer? ¿Con qué calidad moral llamaríamos a que los ciudadanos se movilicen? ¿Qué poder de convocatoria tendríamos si desde hace mucho tiempo nos la pasamos viéndonos el ombligo y las calles las tenemos abandonadas? Aún después de esta movilización, platicando con asistentes y varios panistas, el pesimismo está a todo lo que da. “Sí, salió mucha gente, pero el oficialismo puede sacar más”. “Sí, la sociedad esta despierta, pero no le cree a los partidos”. “La marcha se desvirtuó con la presencia de personajes del pasado impresentables”. “Aun así, está muy difícil para el 2024; mejor pensemos en el 2030”. No, pues así ¿cómo?
Además, leamos nuestros chats de todos los grupos en los que estamos. La gran mayoría sigue en hablar sobre los insultos del peje, de los memes por su enojo y, apenas terminada la marcha ciudadana, enfocan las baterías a criticar la contramarcha convocada por el presidente para defender la propuesta del mismo presidente. ¿En verdad no entendemos que así no seremos nunca una opción para los millones de mexicanas y mexicanos que están hartos de la ineptitud del gobierno federal pero que ven en la oposición solo referencias negativas hacia el peje y su gobierno?
¿La marcha en defensa del INE no debería ser un aliciente para darnos cuenta de que la sociedad pide a gritos un movimiento que nos saque de este horror y que dé nuevamente esperanza de que sí es posible hacer las cosas de una manera constructiva, positiva, honesta y participativa? Démonos cuenta de que estamos durmiendo con el enemigo: nosotros mismos, con nuestro pesimismo y nuestra falta de entendimiento de lo que necesita México.
Comprendamos que esa sociedad civil no puede ganar por si misma las elecciones, porque los únicos facultados para participar postulando candidatas y candidatos son los partidos políticos. ¿No va siendo hora de que dejemos de enfocarnos en las idioteces del presidente y dedicarnos de lleno a construir una narrativa que, primero nos convenza a nosotros mismos? Luego, que nos motive a salir a las calles para convencer a todos aquellos que definen las elecciones, es decir, a los ciudadanos sin partido quienes determinan su voto hasta que llegan a la casilla electoral. Y, sobre todo, ¿dónde está una estrategia y mensaje para todos aquellos seguidores del peje que están absolutamente decepcionados, que con inteligencia, estrategia y audacia los podríamos atraer para salir avante en el 2023 y 2024?
Pensemos diferente, para lograr resultados diferentes. Por supuesto que el PAN y México tienen solución. Dejemos de dormir con el enemigo. Enfoquémonos en lo que realmente vale la pena y dejemos la crítica para quienes no tienen nada que aportar. Ofrezco este espacio para debatir ideas, para aportar diagnósticos y soluciones, para demostrarnos a nosotros mismos que tenemos mucho que hacer en positivo, no solo en lo negativo. ¡ÁNIMO!