Dra. María Elena Álvarez Bernal:

Una vida entregada al apostolado

“Es un orgullo participar en la

política honesta, en la política de servicio”

MEAB

      Este 24 de enero el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado llevó a cabo un homenaje a la Dra. María Elena Álvarez Bernal, por su fructífera y valiosísima contribución de toda una vida en su lucha por la dignificación de las mujeres, sus aportaciones al Partido Acción Nacional y a México. Este reconocimiento se une a otro que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN le había realizado en 18 de octubre del 2022, en su sede, develando un busto de María Elena en el patio de entrada a las oficinas, que desde ese día lleva su nombre. Hacer un pormenorizado listado de todo lo logrado por Elenita me tomaría todo un libro. Vale mucho la pena que entren a youtube y vean las intervenciones del homenaje en el Senado, en  https://www.youtube.com/watch?v=Ya9NRPJkIAY. Particularmente la reseña que hace Tere, su hija, de toda una vida al servicio de México.

      De todo lo que podamos hablar de la homenajeada, me quedo con su frase y acciones de lo que para ella es “el apostolado político”.  Según Wikipedia, “se llama apostolado al oficio del apóstol, a su obra y a su actividad. La palabra apóstol significa enviado, mensajero, embajador. En sentido estricto, el apostolado tiene una significación eminentemente religiosa en el marco del cristianismo, mientras que en sentido laxo puede aplicarse a ciertas profesiones o actividades que, en su buen ejercicio y bajo ciertas circunstancias, signifiquen un nivel eminente de entrega y dedicación”.  La vida de Elenita es un claro ejemplo de ambas acepciones: la religiosa y la laxa.

 

      En cuanto a la religiosa, su padre tuvo que huir de Zamora, Michoacán, de donde eran originarios, debido a que simpatizaba con la lucha cristera y participaba activamente en los grupos religiosos. Ya en la Ciudad de México, María Elena ingresó a la Juventud Católica Femenina de México, donde llevó a cabo su apostolado cristiano. Ahí conoció al que sería su esposo, Don Abel Vicencio Tovar, él como integrante y Presidente de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM). Como parte de su profesión de fe, Elenita y sus compañeras acudían a las fabricas para enseñar a leer y escribir a los obreros analfabetas. Tanta importancia le concedió a la educación, que años después fundó y fue directora del Colegio La Paz, donde su misión ha sido que “nuestros alumnos encuentren una sólida educación académica y formación en valores, que los impulse a convertirse en personas íntegras, exitosas y felices”. Una vez casada con Don Abel, las mismas autoridades religiosas les alentaron a ampliar su apostolado católico al político. Fue cuando ingresa al PAN a finales de los 1950´s.

 

      En cuanto a su apostolado político, lo puso en pausa ya que, durante los primeros años de sus cinco hijos, se dedicó a formarlos, educarlos y que crecieran felices. Hacia 1977, y ante la ausencia en ese entonces de quienes le entraran como candidatos a diputados por un partido de oposición, Elenita no tuvo más remedio que, voluntariamente a fuerza, postularse como candidata en un distrito electoral del entonces Distrito Federal. Junto con Don Abel hicieron tal ruido que por méritos propios sacó una de las votaciones más altas de toda la república, por lo que fue electa diputada de partido, en un grupo parlamentario de 20 integrantes, donde solo dos eran mujeres. Es entonces donde comienza su muy prolífica vida panista, abriendo brecha a todas las mujeres que consideraban a la política algo sucio, donde la gente decente no podía ni debía entrar. En la siguiente reflexión disruptiva mencionaré algunas de las múltiples acciones que han hecho de la Dra. María Elena Álvarez Bernal un ejemplo de vida, de congruencia en el pensar y hacer. De cómo servir en política con ética y valores cristianos sí da frutos, no solo para ella, sino para miles y millones de mujeres que hoy tienen la posibilidad de salir adelante gracias a la lucha que María Elena ha encabezado, y a sus 92 años de vida sigue incansable. Aprovecho para invitarlos este martes 31 de enero a las 19:00 en las instalaciones del CEN PAN, ya que se presentará una compilación hecha por ella de los discursos de su esposo Don Abel Vicencio Tovar.

 

      Definitivamente mi tía Elenita, ha sido una persona disruptiva. Se ha atrevido a pensar y actuar diferente y ha logrado cosas diferentes. Un orgullo para nosotros su familia, para las mujeres, para el PAN y para México. ¡Enhorabuena!