Consideraciones entorno a candidatos de partido
y candidatos no partidistas
“Donde no hay compromiso, no hay éxito.”
Scottie Somers
Un tema que desde hoy en adelante será recurrente y muy polémico, es el referente a cómo elegirán los partidos políticos a sus candidatas o candidatos en los distintos cargos de elección popular para las elecciones del 2024. Por supuesto, los que más llaman la atención son los relativos a la Presidencia de la República y a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Según un acuerdo entre los tres partidos de la coalición Va X México, al PAN le corresponde conducir el proceso de selección con el que se designará a quienes encabecen estos esfuerzos electorales. Desde aquí empezaron algunos malentendidos que nos vislumbran lo complicado que será llevar este proceso a buen término. Hay quienes interpretan este acuerdo en el sentido de que el PAN será el que elija a las o los candidatos de entre sus propias filas. Por otro lado, se afirma que no, que el PAN es el responsable de conducir el proceso, en el que podrán participar militantes de cualquiera de los partidos coaligados y por supuesto personas de la sociedad civil.
Demos por válida la segunda interpretación, que es la más lógica, dado que son tres partidos y no uno solo quienes tendrían el derecho de presentar como precandidatos o precandidatas a sus mejores cartas. También claro está, habrá la posibilidad de que miembros de la sociedad civil levanten la mano, o los empujen a levantarla, para participar en esta selección. Supongo también que a estas alturas habrá bosquejos o líneas generales de cómo se hará el proceso, con el ánimo de que sea lo más democrático, transparente, participativo y cohesionador posible. Mientras no esté bien definido el cómo se llevará a cabo esta elección yo, como panista que soy, me reconozco mi derecho de presentar estas consideraciones a fin de que sean tomadas en cuenta. Asimismo, sería saludable que más panistas trabajáramos al respecto, a fin de que el método que finalmente sea el elegido pase por estas y otras muchas opiniones, que nos dejen satisfechos de que fuimos tomados en cuenta, independientemente de que lo que argumentemos se adopte o no, pero al menos sí valorado.
Primera consideración. – La socialización de la construcción del método para elegir a las y los candidatos entre los militantes de cada uno de los partidos crea compromiso. Esta y otras consideraciones por comentar aplican a las tres fuerzas políticas y en general a la sociedad civil. Pero como yo conozco al PAN y milito en él, me abocaré a resaltar las dudas en mi propio partido. Que los priistas y perredistas resuelvan los suyos propios. Con respecto a Acción Nacional, sus órganos directivos estatutarios, Comité Ejecutivo Nacional, Comisión Permanente y Consejo Nacional, tomaron la decisión de ir coaligados hacia el 2024 con el PRI y PRD. Muy bien. Pero ¿qué dicen los militantes? Para que esta decisión sea ampliamente conocida y aceptada, valdría la pena comunicarla con los mejores argumentos posibles a los 300 mil panistas, ya que nosotros somos los que daremos la pelea en tierra. Y para dar una buena pelea, es necesario luchar por algo que reconozcamos como propio y que nos motive a dar todo lo necesario para lograr la titánica labor de reconducir a México por el camino correcto, dejando atrás intereses individuales, de grupo y diferencias o malentendidos. Debemos partir de la realidad de que la selección de candidatos a cualquiera de los puestos de elección que estarán en disputa dejará inconformes, pisarán callos, ganarán unos grupos con respecto a otros, etc. Esto es humanamente imposible de evitar. Pero no es lo mismo “perder” con reglas claras, conocidas y aceptadas, que con acuerdos cupulares o en lo oscurito que desalientan cualquier intento de involucrarse de buena fe y en buena lid. Por ello, mientras más estemos involucrados los militantes en todas estas decisiones, mejores probabilidades de que salgamos unidos y fortalecidos para hacer válido el liderazgo del PAN en este proceso.
Puede sonar una tarea muy complicada y difícil de operar. Sin embargo, hay que aprovechar todos los medios de comunicación que hoy tenemos: reuniones de militantes, redes sociales, páginas web oficiales del PAN a nivel municipal, estatal y nacional y las que disruptivamente se nos ocurran. Más vale hacer el esfuerzo y llegar hasta donde sea posible, que determinar todo desde arriba, esperando que abajo se “trabaje” con todo el desaliento e inconformidad que no nos auguraría buenos resultados. Seguiré con más consideraciones en las próximas reflexiones disruptivas.