Ahora viene lo más difícil. Que cada quien ocupe su trinchera
“En el amor y en la guerra, todo se vale”
Refrán Popular
A raíz de que Xóchitl Gálvez decidió cambiar su aspiración de gobernar la Ciudad de México por la de la Presidencia de la República, hemos sido testigos de muestras claras y contundentes de lo que los cuatroteístas son capaces, empezando por ysq. Se nos avecina una guerra, una guerra sucia, sin miramientos, sin cuartel, sin valores éticos, sin preocupaciones por respetar la ley. Guerra en el más, puro y cruel de los sentidos. Tal vez el ciudadano común, que no ha vivido episodios de contiendas políticas, no alcance a dimensionar lo que se avecina. Es más, yo creo que ni los que sí sufrimos los fraudes electorales de la época pre IFE-INE, estamos conscientes de lo que hoy el partido que gobierna a este país estará dispuesto a hacer con tal de no perder el poder. Advertidos estamos. Pero ¿y luego? ¿Nos asustamos, nos recluimos, nos amilanamos y nos damos por vencidos desde ya? Para nada. Una cosa es prever lo que seguramente atestiguaremos y otra muy distinta, bajar los brazos en la total desesperanza.
¿Qué hacer? Yo sinceramente espero que, tanto partidos políticos como organizaciones de la sociedad civil, estén previendo este tipo de escenarios y estén diseñando los antídotos necesarios para neutralizar y contrarrestar la cargada oficialista. Pero esto no es solo de partidos o de organizaciones. Hay millones de ciudadanos que no militan en organización alguna. Los ciudadanos de a pie también deben estar conscientes que tienen trabajo que hacer, una trinchera que ocupar. No se vale seguir denostando a los partidos y esperar que estos hagan todo el trabajo. A reserva de asumir que hay mucho mejores estrategas que su servidor, permítanme delinear dos acciones en términos generales que debemos de tomar en cuenta.
Primero, que se nos meta en la cabeza y en el corazón que solos o desunidos, no vamos a llegar a ningún lado. Ya basta de que quienes no militan en partido alguno, sigan poniéndoles peros, como que quisieran que fuera solo una lucha ciudadana. Que tanto el PAN como el PRI y el PRD ya tuvieron su oportunidad gobernando en diferentes niveles y no cumplieron con las expectativas de la gente. En otra ocasión podremos escribir al respecto. Pero si en cinco años no nos hemos dado cuenta de la pésima y criminal forma de gobernar de los morenistas, no nos imaginemos lo que podrán hacer si logran quedarse por, al menos, otros seis años. Sí. El PRI y el PAN tuvieron muchas fallas, pero al menos construyeron instituciones valiosas para los mexicanos y que hoy están en peligro de extinción. Pasemos la página. Hoy debemos de luchar por un bien superior juntos, partidos, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos en general. Empecemos por ahí.
Segundo, integrémonos o creemos algún grupo de información y apoyo mutuo. Si desconfío de los partidos o no me laten las organizaciones civiles que conozco, unámonos a nuestros vecinos, a nuestros compañeros de trabajo, a quienes profesan la misma religión, a quienes compartimos afición al deporte. Armemos grupos de WhatsApp, echémonos una llamada cada cierto tiempo, estemos en permanente contacto para estar bien informados y poder actuar en consecuencia. Nos está llegando y seguiremos recibiendo una carretada de información falsa, mal intencionada, miserable, con la consigna de “calumnia que algo queda”. En la medida que estemos bien informados, con fuentes confiables, en esa medida podremos contrarrestar toda clase de chismes que nos lleguen en contra, no solo de Xóchitl, sino de los miles de candidatos que se postularán tanto para ediles, diputados, senadores, gobernadores, etc. Información es poder. Vayamos desarrollando criterios que nos guíen para saber si una información que recibamos es verdadera o falsa. En caso de dudar, buscar otras fuentes para corroborar. Ya dejemos de reenviar o repetir información, a veces francamente inverosímil, solo porque nos llegó y a veces, sin razonarla, la seguimos transmitiendo. Dejemos de ser autómatas y volvámonos ciudadanos. Ciudadanos en el más claro sentido del término, que nos importe lo que pasa a nuestro alrededor, que nos importe lo que afecta a mi familia, que no nos conformemos con ver que se esparcen calumnias y falsedades y no hacer nada.
Dice un proverbio chino “Ojalá te toque vivir tiempos interesantes”. No cabe la menor duda que vienen tiempos muy difíciles, pero muy interesantes. No seamos solo espectadores. Entrémosle a ser parte de la historia con plena decisión y convicción de que ¡Sí se puede!